(Captura con Canon 6D) — 28-05-2018
Hace unos días estaba en el salón de casa (nos mudamos hace unos pocos meses), y pensé: Esta pared queda muy vacía… le hace falta algo. Ese algo tenía que ser una foto, viniendo de mi no iba a poner ahí una pintura o una tela. Total, que al día siguiente se me da la oportunidad de probar la calidad de una empresa del sector, ver cómo quedan sus fotos impresas. BINGO, justo a tiempo: Saal Digital decide regalarme la impresión de una de mis fotos en el material que yo quiera. He de decir que me costó una semana elegir la foto, y otra elegir el material; quizá el problema sea que uno queda estancado en el papel fotográfico de siempre y no le da la oportunidad a nuevos materiales. Pero paso por paso, en primer lugar mostrar la foto que elegí, a ver que os parece cómo queda impresa:
Una foto espectacular, ¿no? No porque la hiciera yo, sino por tener a semejante brutalidad de animal tan cerca. Al final decidí que el material sería Aluminio Dibond, me gustó como sonaba, las posibilidades para colgarlo, y además se «vende» como «una nitidez superior», necesitaba comprobarlo. Tras hacer el pedido, un proceso simple para cualquier persona, esas excusas de «tú te manejas con ordenadores y por eso te parece fácil» no es válida aquí. Los puntos más difíciles de todo son elegir que soporte quieres para colgarlo, ahí te reconcome un algo por dentro que te hace pensar cómo puede quedar incluso mejor en la pared. Me decanté por el bastidor de aluminio, de tal forma que al colgarlo pareciera que está flotando en el aire pues no se ve nada. ¿Resultado? A ver que os parece.
La verdad es que el bastidor crea un efecto muy chulo, dejando el cuadro como a 1-2 cm de separación de la pared, algo que crea una sombra en la misma aportando volumen al conjunto. Hasta ahora las fotos que hay por casa eran todas en formato poster pegado a la pared, y aunque quedan bien, no dan el dinamismo que da esta separación, y cómo juegan las luces y sombras creando relieve.
En cuanto a detalle voy a dejar una foto de la foto para que se vea el nivel de nitidez del mismo. La verdad es que es espectacular ver los bigotes del amigo felino, cómo se ve cada pelo del morro, el detalle de la lengua lamiéndose… Obviamente la foto ha de tener nitidez para que el cuadro la tenga, pero si la tiene, en la versión impresa ganaremos en un resultado genial.
Siendo sinceros, no conocía esta empresa a nivel personal, de haber trabajado con ellos antes, pero algo hay que decir a su favor: la relación calidad/precio del producto es muy buena. En mi caso, el producto costaba 60€, y para los materiales usados y calidad de impresión, se trata de algo justo. La foto en el salón queda espectacular, y ahora sí es un sitio acogedor… o acojonante según el amor por los animales que tenga cada uno. El único problema que hay en casa ahora es que los degú están cagados, no se fían mucho de que no vaya a saltar una fiera a hincarles el diente… miran como si sospecharan algo raro del que aparece «por la ventana».
