(Captura con Microsoft 950XL) — 15-08-2017
Un país que está a la vuelta de la esquina, casi literal. Un país que si bien de pequeño odiaba (los intercambios cuando toca el compañero equivocado, dan una imagen errónea), ahora mismo adoro. El poder perderse por pequeños pueblos, casi despoblados (por desgracia), pero con rincones preciosos; hace que uno pueda desconectar y dejar volar la mente por unas horas.
Me sentía como el gato de la foto, en un remanso de paz y tranquilidad. Y como para no estarlo con sitios así, como «La Terrasse», tras una pared que bien parece de un castillo… o como los que ahora debajo se añaden. Mencionar: fotos con Canon 6D salvo las 2 que lo indican en la descripción de la foto.