(Captura con Nokia Lumia 1020) — 10-02-2016
Esto sí… ahora nos entendemos. Y es que pasar una noche (solo una, ganas de llorar incrementando 🙁 ¿Por qué no puede ser esta mi habitación?) recarga las pilas de uno, y le pone con una sonrisa de oreja a oreja. De la emoción fallé a la hora de hacer bien la primera parte de la izquierda inferior de la panorámica.
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